viernes, 22 de julio de 2011

Me sobran los motivos

Estuve todo el día pensando y volviendo a pensar en el asunto. Asumiendo , digeriendo , una por una las cosas que me fui enterando sobre ella.
Quise todo este tiempo , vaya a saber por qué, que ella viniera a decirme algo.
"Me gusta otro chico" , "Siento cosas por otra persona", o algo que se le asemeje, a lo que es para mí la verdad más dura, la honestidad más brutal (pero la que a la larga, menos duele) .
Creo que pedía ante ella el tiro de gracia.

Ya iba asumiendo la idea de que todo llegaba a su fin, pero creo que simplemente buscaba irme de la situación dignamente , para no tener ningún motivo que haga que mi cabeza quiera regresar la mirada para atrás . Pero nada de esto sucedió.

Yo mismo tuve que pegarme el tiro, yo mismo tuve que darme cuenta de lo que yo ya sabía.
Me engaña señores, y me mintió siempre, en cosas que hasta parecen ridículas, insignificantes, para todo el cariño que le tuve.

Y que te pienso, y que me reprocho,
No te pienso más, mejor te odio,
Me masturbo, "¿se la estará cogiendo el otro?",
y que se vaya al diablo, y que no la llamo más, '¿hola, está Manuela?' .
Y la casa vacía, y el cigarrillo número 30, y que "ya van dos días que no como una mierda".

Hija de puta, te gusta estar en mi cabeza.