Historias

Lima, Marzo del 2010
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Sentí un vacío enorme de repente, nuestra travesía duró poco. Y yo que había fantaseado tanto, de repente me veía sentado con el negro Carlos y el borracho de Eder en un "hueco" de esos que están enfrente de la universidad de San Marcos.

Pedimos 6 cervezas, y los dos no paraban de preguntarme qué me pasaba.

No tenía fuerzas ni para mover los labios.

-No pasa nada- , les contesté secamente.

Abrí una cerveza lo más rápido que pude , me serví, tomé un trago largo,  apreté fuerte el vaso, lo miré fijamente y no pude más. Exploté en llanto. Los dos se miraban incredúlos, parecía que jamás habían visto llorar a alguien.

-Ey, brother, ¿qué te pasa?- , preguntó Carlos.

-Pasa que no sé cuándo la voy a volver a ver....